Ha llegado enero y con él el frío polar y los exámenes universitarios. Así que me toca estudiar y no puedo atender el blog como me gustaría porque además (y por desgracia) no tengo semana blanca, como sí ocurre en junio, lo que reduce mucho más mi tiempo.
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No sé si pilláis la (in)directa, pero básicamente me daré un par de semanas (quizás menos) de permiso para atacar los apuntes y pelearme con las gramáticas del castellano. Tampoco podré comentar o pasarme por otros blogs, aunque estaré en Twitter quejándome de lo dura que es la vida y de lo incomprensibles que son los temas de mis exámenes. Eso sí, volveré con las pilas cargadas y dispuesta a escribir como siempre. Espero que me esperéis, valga la redundancia.
